Más vivos que nunca

Todo pasará pero pocas cosas serán  igual.

El tiempo hará que el viento traiga otros aires y es normal y los extrañaremos porque es justo, pero al menos para unos cuantos de nosotros nada será lo mismo.

 

He leído a tantos decir que esto le pudo pasar a cualquiera, pero eso es mentira.

No eran cualquiera.

Le pasó a 21 de los nuestros que estaban decididos a mejorar, a cambiar el mundo. Le pasó a 21 de nosotros que iban camino a regalar esperanzas y sonrisas a quienes viven alejados en  un peñón del inmenso mar. Eran chilenos que estaban dispuestos a entregar sus horas por un fin superior. No eran cualquiera, era gente que realizaba la bondadosa misión de ayudar.

 

A Felipe Cubillos lo conocí hace un año en una subasta benéfica que animé en el Centro Cultural Las Condes. Irradiaba una energía especial, era capaz de mover a los que tranquilos se quedan sentados… para levantar a Chile.

Ahora Chile se levanta ante el dolor de no saber dónde está.

¿Dónde está él?

¿Dónde está su energía?

¿Dónde?

 

Chile le debe mucho a Cubillos. Su nombre sonará con fuerza y un aire tibio de paz seguro soplará en cada rincón que supo de sus esfuerzos. Él estaba indignado, como dijo en la que me parece fue su última columna. Ahora espero que esté en paz, rodeado de la infinita paz que legó en su obra.

 

Felipe Camiroaga tuvo un gesto muy amable y cariñoso conmigo en un momento complejo. Sin conocerlo alzó su voz y fue gentil en un medio que a veces es severamente frío y despiadado. Se lo agradecí, así también, sin conocerlo mucho, pero reconociendo su  generosa actitud.

 

Yo creo, Felipe, que cumpliste un sueño. Levantaste a Chile durante tantos años y regalaste una mirada y una sonrisa a millones que despiertan a diario con pocas esperanzas, a veces solo por inercia. Eso es maravilloso e inspirador Felipe para todos quienes de una manera u otra hemos llegado a ocupar los mismos micrófonos.

 

A Roberto lo conocí aún menos, pero siempre me cayó bien. Lo encontraba trabajador, dedicado, aperrado. No estaba en lo que hacía por escándalos, por chamullos, por burradas. La antigua escuela que le llaman, la que a mi me gusta. Mi mujer si lo conoció, eran compañeros de universidad y confirma todos mis sentimientos. Amante de su familia, una familia que lo esperará cada mañana, al desayuno, al encender la televisión.

 

Son en total 21. Pero no olvidemos nunca que no fueron cualquiera, ellos fueron de verdad y eso es más que suficiente. Fueron creadores y no destructores. Hoy están más vivos que nunca!.

 

 

~ por fuentesilva en septiembre 3, 2011.